¡Amar como aman las flores
que perfuman las praderas,
como ama el ave en los bosques
y en el cielo las estrellas!...
Nada reclaman las rosas
cuando nos brindan escencias,
y el iris de sus colores
y su radiante belleza.
Nada reclaman las aves
que nos dan sus melodias
desde la umbrosa arboleda
que sombrea las colinas.
Y las estrellas nos brindan
con amor sus resplandores
cual si fueran en los cielos
palpitantes corazónes.
Y la fuente la frescura
de su linfa cristalina
y los montes gigantescos
el alba nieve de su cima.
Sólo el hombre pide siempre
recompensa por su amor
y ambulante va en las vida
buscando compensaciones.
Amar por amar es agua
que no conocen los hombres;
Amar por amar es agua
que sólo beben los Dioses
(Bonaerges)
No hay comentarios:
Publicar un comentario