Hoy construyan un jardín en su interior, un jardín tan frondoso y maravilloso, tan irresistible que esa alegría será tentada a ingresar y luego se establecerá para permanecer.
Ustedes descubrirán la tierra dentro de ustedes, en el centro apacible de su cuerpo. Vayan allí primero y sientan la paz, la paz infinita, como tierra profunda y oscura que puede nutrir a sus sueños.
Luego permitan que el río de amor fluya a través de su corazón, una corriente infinita que fluye a través de ustedes, combinando el terreno de paz para crear un ambiente fértil para su vida.
Ahora miren hacia arriba y observen el sol de fe brillando alto sobre ustedes. Inviten a estos rayos dadores de vida en su jardín, calentando el suelo fértil y haciendo que esté listo para la ola vibrante de energía creativa.
Y ahora permitan que su imaginación plante las semillas. Observen como las flores de todos los colores y variedades brotan, estallando a través del suelo, extendiéndose hacia el sol, y luego develándose en belleza y soltando su perfume por el jardín. Cada flor que brota de su fértil imaginación es una posibilidad, una oportunidad y un objeto de belleza por su propio beneficio, porque semejante belleza debe ser mostrada y compartida.
Permitan que su imaginación vaya más lejos. Observen cómo una simple semilla germina, luego se convierte en un vástago tierno y luego en un árbol. Observen cómo crece y comienza a producir frutos, peras doradas que cuelgan de las ramas de los árboles, maduras y deliciosas. Y ahora vienen los pájaros cantores de felicidad, volando sobre las paredes del jardín para sentarse en las ramas de sus árboles, vergeles ahora de duraznos, peras y cerezas, todos maduros y listos.
Y ahora ustedes perciben que esa alegría ya está aquí. La alegría ha estado aquí desde el comienzo, la fuerza conductora detrás de todo, la causa y el resultado, la presencia y la esencia. La alegría y el amor, la paz y la fe, todo morando juntos, todos creando mutuamente un infinito lazo de creación y maravilla.
Y todo esto está dentro suyo. Todo esto es creado por ustedes y nutrido por su corazón y su mente. Este jardín, esta emoción, esta maravilla, es suya para ser creada a cada instante, no importa lo que esté sucediendo afuera, no importa cuáles sean sus circunstancias.
Cualquier cosa que ustedes hayan estado buscando para su felicidad, no la necesitan.
Cualquier cosa que hayan estado persiguiendo desesperadamente para su alegría, no la necesitan.
Cualquier cosa que ustedes crean deben tener para ser felices y alegres es innecesaria.
Ustedes han creado felicidad y alegría ustedes mismos, aquí en su interior, ahora mismo.
Aliméntenlos con el suelo de paz, la corriente de amor y la luz del sol de fe y ellas morarán en su interior durante tanto tiempo como la respiración de vida fluya a través de ustedes.
Ustedes descubrirán la tierra dentro de ustedes, en el centro apacible de su cuerpo. Vayan allí primero y sientan la paz, la paz infinita, como tierra profunda y oscura que puede nutrir a sus sueños.
Luego permitan que el río de amor fluya a través de su corazón, una corriente infinita que fluye a través de ustedes, combinando el terreno de paz para crear un ambiente fértil para su vida.
Ahora miren hacia arriba y observen el sol de fe brillando alto sobre ustedes. Inviten a estos rayos dadores de vida en su jardín, calentando el suelo fértil y haciendo que esté listo para la ola vibrante de energía creativa.
Y ahora permitan que su imaginación plante las semillas. Observen como las flores de todos los colores y variedades brotan, estallando a través del suelo, extendiéndose hacia el sol, y luego develándose en belleza y soltando su perfume por el jardín. Cada flor que brota de su fértil imaginación es una posibilidad, una oportunidad y un objeto de belleza por su propio beneficio, porque semejante belleza debe ser mostrada y compartida.
Permitan que su imaginación vaya más lejos. Observen cómo una simple semilla germina, luego se convierte en un vástago tierno y luego en un árbol. Observen cómo crece y comienza a producir frutos, peras doradas que cuelgan de las ramas de los árboles, maduras y deliciosas. Y ahora vienen los pájaros cantores de felicidad, volando sobre las paredes del jardín para sentarse en las ramas de sus árboles, vergeles ahora de duraznos, peras y cerezas, todos maduros y listos.
Y ahora ustedes perciben que esa alegría ya está aquí. La alegría ha estado aquí desde el comienzo, la fuerza conductora detrás de todo, la causa y el resultado, la presencia y la esencia. La alegría y el amor, la paz y la fe, todo morando juntos, todos creando mutuamente un infinito lazo de creación y maravilla.
Y todo esto está dentro suyo. Todo esto es creado por ustedes y nutrido por su corazón y su mente. Este jardín, esta emoción, esta maravilla, es suya para ser creada a cada instante, no importa lo que esté sucediendo afuera, no importa cuáles sean sus circunstancias.
Cualquier cosa que ustedes hayan estado buscando para su felicidad, no la necesitan.
Cualquier cosa que hayan estado persiguiendo desesperadamente para su alegría, no la necesitan.
Cualquier cosa que ustedes crean deben tener para ser felices y alegres es innecesaria.
Ustedes han creado felicidad y alegría ustedes mismos, aquí en su interior, ahora mismo.
Aliméntenlos con el suelo de paz, la corriente de amor y la luz del sol de fe y ellas morarán en su interior durante tanto tiempo como la respiración de vida fluya a través de ustedes.
(Quado)
