A lo que resisten se le otorga fuerza mediante su resistencia. Lo que temen toma forma a través del temor. Lo que aceptan con gracia como que simplemente es lo que es, puede convertirse en una puerta abierta hacia nuevos mundos.
Pueden temer a un evento futuro, pero a lo que temen no es verdaderamente ese evento, sino más bien a las consecuencias que ustedes creen que afluirán desde él. El acontecimiento que temen puede en realidad suceder. Pero las consecuencias del acontecimiento, que son la verdadera raíz de su temor, son desconocidas por completo y completamente maleables.
Y hasta las consecuencias más temidas, si ellas en realidad aparecieran, no serían lo que piensan. Es solamente la resistencia y el juicio que hace que algo sea intolerable. Dentro de cada momento, no importa qué circunstancias, existe gracia, belleza y maravilla y existe el amor. Y en el interior de la presencia más profunda de cada momento, existe siempre paz.
Ábranse, ábranse. Hagan caer los muros de resistencia y temor. Dejen caer las anteojeras que están evitando que vean lo que está a su alrededor, ahora mismo. Giren su cabeza. Miren arriba. Miren abajo. Observen al mundo a través de una visión clara. Perciban el amor que fluye, alrededor y dentro de ustedes. Perciban la ayuda y el amor que los rodea como una manta caliente. Vayan profundamente a su interior y escuchen el río de amor y paz que siempre fluye a través del centro de su corazón y a través de todo lo que existe, justo ahora.
Ábranse, ábranse y conéctense con lo que existe. Y en el momento siguiente conéctense con lo que es entonces. Y sin parar a través de los momentos de su vida. Estén presentes profundamente. Residan en este lugar de poder, el único lugar donde la acción es posible, el único lugar donde cualquier cosa es posible, este momento justo ahora.
Perciban la energía en su cuerpo; perciban su vitalidad hormigueando. Sientan la claridad de su mente en este momento. Observen las puertas y las ventanas volando abiertas y sientan el viento soplando, despejando el temor, el juicio, la duda.
Y ahora miren abajo a sus pies. Observen que están parados sobre campo fertil y pequeños retoños de pasto están empujando a través del suelo todo a su alrededor. Millones y millones de posibilidades, creciendo y empujando hacia el sol de la fe, regadas por la gentil lluvia del amor. Y ahora levanten su cara a ese sol y observen el arco iris que se forma en la gentil lluvia de amor que está siempre aquí. Ustedes son ese arco iris. Ustedes son esa mezcla de sol y de lluvia que construye la vida. Ustedes son la belleza que se forma cuando todo está brillando con lo que en realidad existe, cuando ustedes se permiten simplemente ser.
Permanezcan ahora dentro de ese sol, esa lluvia. Sean el arco iris de paz y belleza, alegría y amor. Y declárense al mundo, de inmediato, en ese momento, exactamente como son, exactamente como todo es: Yo soy.
Pueden temer a un evento futuro, pero a lo que temen no es verdaderamente ese evento, sino más bien a las consecuencias que ustedes creen que afluirán desde él. El acontecimiento que temen puede en realidad suceder. Pero las consecuencias del acontecimiento, que son la verdadera raíz de su temor, son desconocidas por completo y completamente maleables.
Y hasta las consecuencias más temidas, si ellas en realidad aparecieran, no serían lo que piensan. Es solamente la resistencia y el juicio que hace que algo sea intolerable. Dentro de cada momento, no importa qué circunstancias, existe gracia, belleza y maravilla y existe el amor. Y en el interior de la presencia más profunda de cada momento, existe siempre paz.
Ábranse, ábranse. Hagan caer los muros de resistencia y temor. Dejen caer las anteojeras que están evitando que vean lo que está a su alrededor, ahora mismo. Giren su cabeza. Miren arriba. Miren abajo. Observen al mundo a través de una visión clara. Perciban el amor que fluye, alrededor y dentro de ustedes. Perciban la ayuda y el amor que los rodea como una manta caliente. Vayan profundamente a su interior y escuchen el río de amor y paz que siempre fluye a través del centro de su corazón y a través de todo lo que existe, justo ahora.
Ábranse, ábranse y conéctense con lo que existe. Y en el momento siguiente conéctense con lo que es entonces. Y sin parar a través de los momentos de su vida. Estén presentes profundamente. Residan en este lugar de poder, el único lugar donde la acción es posible, el único lugar donde cualquier cosa es posible, este momento justo ahora.
Perciban la energía en su cuerpo; perciban su vitalidad hormigueando. Sientan la claridad de su mente en este momento. Observen las puertas y las ventanas volando abiertas y sientan el viento soplando, despejando el temor, el juicio, la duda.
Y ahora miren abajo a sus pies. Observen que están parados sobre campo fertil y pequeños retoños de pasto están empujando a través del suelo todo a su alrededor. Millones y millones de posibilidades, creciendo y empujando hacia el sol de la fe, regadas por la gentil lluvia del amor. Y ahora levanten su cara a ese sol y observen el arco iris que se forma en la gentil lluvia de amor que está siempre aquí. Ustedes son ese arco iris. Ustedes son esa mezcla de sol y de lluvia que construye la vida. Ustedes son la belleza que se forma cuando todo está brillando con lo que en realidad existe, cuando ustedes se permiten simplemente ser.
Permanezcan ahora dentro de ese sol, esa lluvia. Sean el arco iris de paz y belleza, alegría y amor. Y declárense al mundo, de inmediato, en ese momento, exactamente como son, exactamente como todo es: Yo soy.
(Quado)
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