miércoles, 16 de julio de 2008

La noche oscura del alma


Todos aprendemos cómo ser felices y a seguir riendo y bromeando...así es cómo toda la sociedad avanza en un remolino de alborozo.
Pero todo el mundo lleva una noche profunda y oscura en el interior, y ni siquiera se es consciente de ella.

Cuando entréis en un estado meditativo, primero entraréis en esta noche oscura del alma. Si lográis pasar por ella -y no hay dificultad en atravesarla-, entonces por primera vez seréis conscientes de que vuestra felicidad no era verdadera. La felicidad falsa desaparecerá y llegará la tris­teza verdadera, y solo después de la tristeza verdadera es cuando emer­gerá la felicidad verdadera. Entonces sabréis que la felicidad falsa era incluso peor que la tristeza verdadera, porque al menos en esa tristeza hay realidad. Si estáis tristes -verdadera y sinceramente tristes-, esa tristeza os enriquecerá.
Os proporciona profundidad, percepción. Os hace conscientes de la vida y de las posibilidades infinitas y de los límites de la mente humana, de la pequeñez de la conciencia humana rodeada por doquier por el infi­nito, la frágil vida rodeada siempre por la muerte. Cuando estáis real­mente tristes cobráis conciencia de estas cosas. Cobráis conciencia de que la vida no es solo vida... también es muerte.
Si realmente queréis ser felices, no sigáis fingiendo, jugando al juego de ser feliz. Según llega la infelicidad, no tardaréis en ver que se oscure­cerá, que se tornará intensa. Pero cuando la noche es oscura, la mañana se halla muy cerca.
En cuanto dejáis de luchar, cuando la aceptáis, os brindará un silen­cio, una profunda vibración. Desde luego que es triste, pero hermoso. Incluso la noche posee su propia belleza, v aquellos que no pueden ver la belleza de la noche se perderán mucho

(Osho).

No hay comentarios: