lunes, 13 de octubre de 2008

Bendiciones de los ângeles


Justo ahora, alto sobre ustedes, los ángeles se están reuniendo. Ellos se están reuniendo para regalarles una bendición. Así que donde estén, tomen una profunda respiración y prepárense para recibir su bendición.

Si miran hacia arriba, los verán. Hermosos ángeles vestidos con túnicas blancas, sus deslumbrantes alas blancas revoloteando, sus aureolas doradas resplandeciendo. Y cada uno de ellos lleva una valija de seda dorada. Es un bolso entretejido y ustedes pueden observar que en el interior de la valija están las partículas de luz dorada y blanca arremolinándose que contienen las grandes bendiciones que ellos están por derramar sobre ustedes.

Ahora ellos se reúnen en un círculo por arriba de su cabeza, Y mientras ellos cantan, sumergen una mano en el interior de su bolso de seda y sacan bendiciones, pequeñas partículas de luz destellantes que arrojan en el centro del círculo y que ahora lenta y gentilmente flotan con la corriente y los cubren.

Puñado tras puñado de luz destellante, arrojada hacia el círculo que va a la deriva y los cubre:

Un puñado de amor, que fluye directo a su corazón, abriéndose ampliamente y llenándolo por completo.

Un puñado de claridad, limpiando su mente de toda preocupación y lamento y preparándola para la verdad.

Un puñado de sabiduría, que va hacia su mente, llenándola con conocimiento y guía.

Un puñado de paz, ahora flotando hacia ustedes, que calma su cuerpo por completo, elimina toda ansiedad e instala la paz profunda en su centro.

Un puñado de compasión, purificando su corazón y mente de enjuiciamiento.

Un puñado de coraje y confianza que corre hacia debajo de su columna vertebral, haciéndole pararse más erguido.

Un puñado de talento para aumentar los talentos que tienen y hacerlos brillar más brillantemente.

Un puñado de creatividad, para recordarles los enormes depósitos de creatividad en su interior.

Un puñado de alegría, para aliviar e iluminar a su corazón.

Un puñado de profunda conexión, para elevarlos hacia el espíritu, para elevarlos al nivel de la unidad y permitirles saber que ustedes son todo esto, justo ahora y siempre, en cualquier momento y sin final.


Y ahora ustedes se paran, llenos de estas hermosas cualidades, intensificados en su yo esencial, una versión más delicada de ustedes mismos, pero no obstante ustedes mismos.

Y los ángeles cantan sus alabanzas. Ellos cantan sobre su gratitud de que ustedes están aquí, transitando por la tierra. Porque cada momento que ustedes son verdaderamente concientes de su grandeza y poder, cada momento que ustedes abrazan sus cualidades más sutiles de ustedes mismos y se permiten brillar, es un momento que enriquece y eleva a cada uno en toda la tierra.

Porque todos somos uno. Y el espíritu es unidad y conexión. Y su brillo es un brillo para todos; la luz que ustedes irradian, aligera e ilumina a todos nosotros. Y su amor, intensificado y brillando, al que se le permite fluir libremente en el mundo, toca a todos y cada uno de nosotros en nuestros corazones.

Y ahora, agradecemos a los ángeles por este regalo de la memoria, por permitirnos resplandecer en nuestra verdad y belleza, nuestra verdadera luz y maravilla, simplemente como somos verdaderamente.

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