sábado, 15 de noviembre de 2008

Dar retoños


Hoy es un día para hablar de grandes cosas, para permitir que su corazón cante con sus palabras. Hoy es un día que dice "sí" a todas las cosas, "sí" al futuro con el que su alma desea crear a través de ustedes, 'sí' a su corazón que desea liberar todas las viejas cargas de pena y culpa, y 'sí a su centro de verdad que quiere elevarse a través de las nubes de las viejas maneras de pensar y de existir y de expresarse verdaderamente.

Hoy es un día para ser ustedes mismos, y ser transformados en su verdadero yo, el yo que yace por debajo de las quejas, los temores y la duda, el yo que está enamorado de la vida, que observa un futuro resplandeciente lleno de aventuras excitantes, nuevos amigos, nuevas situaciones, nuevas puertas y ventanas para abrir a todos para que los grandes vientos de cambio puedan venir vertiéndose, purificando las telarañas y el polvo.

Hoy es un día para hablar de un glorioso futuro, para permitirnos realmente decir en palabras: "Este es mi sueño. Sí, sí, Yo sé que es grande, más grande que lo que pude haberme imaginado para mí mismo. Pero mi corazón y mi alma me están hablando y esto es lo que ellos ven."

Y hoy es un día para dejar de lado toda duda y para saber absolutamente que ustedes tienen en su interior todo lo que se requiere para cumplir los sueños de su corazón y de su alma. Todo está en su interior. Todo el talento. Todas las habilidades. Todo el coraje. Está todo allí.

Y así, hoy permitan que el sueño se suspenda ante ustedes, permitan que la visión brille. Y luego, hoy, den un pequeño paso hacia adelante desde donde ustedes están hacia donde desean estar. Den simplemente un pequeño paso, hagan una cosa pequeñita.

El árbol de grandeza comienza con la semilla del sueño y luego produce un brote tierno, empujando a través de la tierra fértil, mucho antes que pueda ser visto por otros. Hoy permitan que la semilla llene su mente. Y entonces con una pequeña acción, comiencen a dar retoños hacia el interior de nueva vida, nutriendo ese pequeño retoño con la visión que sostienen en su mente del árbol, que ha crecido plenamente.
(Quado)

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