miércoles, 5 de noviembre de 2008

La estrella polar


El amor es la Estrella Polar. Todo se mueve, el amor es lo único que nunca lo hace. Todo cambia, y solo el amor se mantiene permanente. En este mundo cambiante solo el amor es la sustancia inmutable. Todo lo demás está en flujo, es momentáneo. Únicamente el amor es eterno.
Debéis recordar estas dos cosas. Una es el amor, porque es lo único que no es ilusorio. Es la única realidad; todo lo demás es sueño. De modo que si uno consigue volverse cariñoso, uno se vuelve real. Si uno alcanza el amor total, se ha transformado en uno mismo, en la verdad, porque el amor es la única verdad.
Y lo segundo es que cuando camináis, recordad que algo en vosotros jamás camina. Se trata de vuestra alma, de vuestra estrella polar. Coméis, pero algo en vosotros nunca come. Os enfadáis, pero algo en vosotros nunca se enfada. Hacéis mil y una cosas, pero algo en vosotros perma­nece absolutamente más allá de la acción. Es vuestra estrella polar. Así que al caminar, recordad aquello que jamás camina. Al moveros, recordad lo inmóvil. Al hablar, recordad el silencio. Al hacer cosas, recordad ser.
Recordad siempre aquello que es absolutamente permanente, que jamás titila, que nunca oscila, que no conoce ningún cambio. Eso inmu­table dentro de vosotros es lo real. Y el modo de encontrarlo está en el amor.

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