sábado, 18 de abril de 2009

Al fin en casa!!!!

Hoy tenemos un recordatorio gentil de lo que ya saben tan bien: ese amor comienza en casa y ése, su verdadero hogar, está en su propio corazón. El amor comienza con ustedes amándose a sí mismos, simplemente como son, en un profundo abrazo que no tiene confines ni condiciones, ni comienzos, ni finales. Y este profundo amor por ustedes mismos y su valorización de ustedes mismos es la base para todo en su vida.

Cuando se aman y respetan a sí mismos profundamente, ustedes tratan a otros con respeto también, porque ustedes eligen no unirse en competencia para mostrar quién es mejor. Ustedes saben en el centro de su corazón seguro y pacífico, que no existe nada mejor o peor, y que todo este esfuerzo,
reconocimiento y recompensa son simplemente un despliegue de auto- desconfianza.

Y cuando sorpresas inoportunas llegan a su vida, ustedes demuestran capacidad de recuperación y resistencia, porque saben que la vida es un viaje lleno de desafíos y el mejor camino para mostrar amor por ustedes mismos es levantarse a los desafíos con verdad y fortaleza, enfrentar todo como llega, mirar directo a los ojos y hablar su verdad con tranquilidad pero firmemente, resplandeciendo con maravilla para iluminar el sendero a través de la oscuridad, guiando con un corazón amoroso a través de la niebla temporal que oscurece el sendero.

En lugar de culpar a las circunstancias y a otras personas por lo que ha llegado hasta ustedes, simplemente vayan a su interior y observen si su luz interior está brillando tan brillantemente como podrían. Porque aquí adentro está la fuente de todo, la fuente de toda alegría, la fuente de todo dolor. Aquí está la contestación, la respuesta a cada circunstancia y cada relación, todo aquí, destellando brillantemente en el interior.

Y su amor, su profundo amor constante y continuo por ustedes mismos, es lo que alimenta esta llama. Ninguna otra gente. Ninguna circunstancia externa. Solamente ustedes. Solamente ustedes en silencio, yendo hacia su centro de paz y diciendo, "Ah, por fin en casa."
(Quado)

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