lunes, 4 de mayo de 2009

Que bendicion estar vivos.



Hoy, infundan su vida con energía y entusiasmo. Pongan una pequeña elevación a su paso. Coloquen un poquito de energía en su conversación. Tomen un pequeño riesgo. Atrévanse a decir o a hacer algo diferente. Pero más que nada, simplemente amen su vida en trozos. Sólo amen cada momento. Abrácenla plenamente, justo ahora, exactamente como es.

No permitan que las nubes de preocupación, pena, temor y duda pongan una sombra entre ustedes y el resplandeciente brillo del sol de la alegría. Vayan a su centro, en el lugar donde el único momento es el ahora, este momento. Y allí encontrarán que justo ahora, este momento están rodeados de amor. Ustedes son amados tan profundamente que si se permitieran sentir sólo un pequeño ápice de todo este amor, saltarían de alegría.

Ustedes exactamente como son, son profundamente amados. Ustedes, sin importar lo que han hecho o lo que han dejado de hacer, son maravillosos, poderosos y profundamente capaces de todo el amor que es derramado en ustedes.

Sí, sí, esta es la vida! Sí, abrácenla, ámenla. Llenen su corazón con alegría.

Porqué? Porque ustedes están vivos. Porque la sangre todavía corre en sus venas. Porque el sol apareció hoy y su luz fue derramada sobre ustedes. Porque la luna y las estrellas saldrán esta noche y resplandecerán sobre ustedes.

Qué bendecidos son de estar vivos, de tener esta preciosa vida, esta gran aventura. Sí, esta, tal como es, justo ahora. Qué bendecidos son!

(Quado)

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