La Verdad y la conexión se perciben calmas y objetivas. Un estado emocional proviene de deseos ambiciosos y temores excesivos. Y a pesar de que esto les pueda parecer real, este estallido momentáneo de emoción aunque pueda parecer verdad y de todos modos sea lo que se necesite en una expresión libre, de hecho es una prisión, una prisión donde las barras son deseo y temor y ustedes viven en un estado perpetuo de desear y ansiar, pérdida y duda, abofeteada por lamentos del pasado y preocupaciones por el futuro, pensando siempre que la felicidad está a la vuelta de la esquina, si ustedes tuvieran esto o aquello, si sólo ustedes fueran esto y los otros fueran aquello.
Y cuando el estallido emocional termina y ustedes han dejado en su sentimientos heridos despiertos y relaciones dañadas, se percibe como verdad? O es simplemente más tiempo en esa prisión, deseando que las cosas fueran de otra forma de las que realmente son?
El yo más verdadero, la base de la integridad, está por debajo de la emoción, en el centro de su verdad. Está en un lugar que no lastima a los otros, sino más bien los eleva hacia la sabiduría y la conexión. Está en un lugar donde cada intercambio es un maestro del verdadero yo, reforzando el conocimiento de que todos somos uno después de todo.
Y una vida de verdadera libertad e integridad deja cosas hirientes sin decir, permite que los estallidos emocionales les pasen de largo, sin ser expresados. Una vida de libertad e integridad siempre llega a través de esas emociones, a la verdad que está por debajo. Y la verdad es siempre amor. Amor que es conexión. Amor que es un maestro. Amor que es compasión, afecto y verdad. Esta es la esencia de la sustancia de libertad.
No es deshonesto sentir un instinto de enojo y dejarlo sin expresar. Cuando puedan, vayan profundamente a su interior y encuentren el tema principal en la paz y en la comprensión. Observen si pueden encontrar una nueva perspectiva que los ennoblezca tanto a ustedes como al objeto de su ira pasajera. Y luego, cuando realmente hablen, cuando ustedes resuelvan la situación y la relación dentro de la luz de la verdad y el amor, digan la verdad que proviene de la comprensión y la conexión, hablen la verdad que les enseñe a ustedes y a otros.
Libérense de la tiranía de la emoción y transiten en cambio en la luz de la verdad y la sabiduría, encontrada solamente en su núcleo más profundo de amor y paz.
Y cuando el estallido emocional termina y ustedes han dejado en su sentimientos heridos despiertos y relaciones dañadas, se percibe como verdad? O es simplemente más tiempo en esa prisión, deseando que las cosas fueran de otra forma de las que realmente son?
El yo más verdadero, la base de la integridad, está por debajo de la emoción, en el centro de su verdad. Está en un lugar que no lastima a los otros, sino más bien los eleva hacia la sabiduría y la conexión. Está en un lugar donde cada intercambio es un maestro del verdadero yo, reforzando el conocimiento de que todos somos uno después de todo.
Y una vida de verdadera libertad e integridad deja cosas hirientes sin decir, permite que los estallidos emocionales les pasen de largo, sin ser expresados. Una vida de libertad e integridad siempre llega a través de esas emociones, a la verdad que está por debajo. Y la verdad es siempre amor. Amor que es conexión. Amor que es un maestro. Amor que es compasión, afecto y verdad. Esta es la esencia de la sustancia de libertad.
No es deshonesto sentir un instinto de enojo y dejarlo sin expresar. Cuando puedan, vayan profundamente a su interior y encuentren el tema principal en la paz y en la comprensión. Observen si pueden encontrar una nueva perspectiva que los ennoblezca tanto a ustedes como al objeto de su ira pasajera. Y luego, cuando realmente hablen, cuando ustedes resuelvan la situación y la relación dentro de la luz de la verdad y el amor, digan la verdad que proviene de la comprensión y la conexión, hablen la verdad que les enseñe a ustedes y a otros.
Libérense de la tiranía de la emoción y transiten en cambio en la luz de la verdad y la sabiduría, encontrada solamente en su núcleo más profundo de amor y paz.
(Quado)
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