Usa tu libre albedrío

Una pluma de ave permite a ésta volar, pero la pluma por sí sola no volaría. Las células que componen un órgano permiten a éste ejercer su función, pero aisladas morirían. De la misma manera, el ser humano está diseñado para evolucionar y alcanzar cada vez cotas más altas de perfección, pero por sí solo no habría superado la etapa de primate.
Todos los seres vivos necesitan de los demás para cumplir su objetivo: alcanzar la consciencia. Y aunque parecería que sólo el ser humano está capacitado para ser consciente gracias al diseño de su cerebro, en realidad todos los seres que pueblan el universo tienen consciencia, cada uno a su nivel, siendo el ser humano el único que voluntariamente puede interferir en su proceso evolutivo merced a la utilización del libre albedrío, mecanismo sutil que nos ha proporcionado el Cosmos para alcanzar cotas más altas de perfección cuando se utiliza correctamente.

Se argumenta que debido a la manipulación que ejercen unos seres humanos sobre otros, el libre albedrío no puede ser utilizado como sería de desear, y aunque esta argumentación es cierta en términos generales, también lo es que siempre podremos superar esa manipulación si nos arriesgamos a salirnos, siquiera sea por un momento, de la senda que nos marcan quienes ostentan el poder. Las grandes revoluciones empezaron por la decisión de pequeñas minorías de seguir los dictados de su conciencia frente a los que emanaban de quienes no querían que nada cambiara.

El deseo de cambio, el impulso creador, la búsqueda de la trascendencia, el anhelo por alcanzar cotas más altas de perfección en cualquiera de las manifestaciones humanas es el motor que nos impulsa a romper lo que se queda esclerotizado, como sucede periódicamente con las sociedades donde se instala el «estado del bienestar».

Sin riesgo no hay avance, así ha sucedido desde que el hombre tomó carta de naturaleza sobre el planeta Tierra y ése es un dato que los sociólogos conocen perfectamente pero que no parecen querer tomar en cuenta los dirigentes políticos y económicos.

La vida es movimiento y cambio constantes; para ella no parecen existir modelos perfectos porque sigue produciendo cambios y mutaciones en busca de la manifestación perfecta del Ser. El ser humano, fiel reflejo de esa búsqueda, también debe revisar permanentemente sus posicionamientos frente a la vida, so pena de que la vida le abandone como modelo sujeto a ser perfeccionado.



Con amor, Shaogen