domingo, 20 de mayo de 2007

En alineación


Cuando chocamos con otro, muchas veces es sólo porque su propósito específico no es el mismo que el nuestro. Esa persona pertenece a otro equipo. Si solamente nos enfocáramos en nuestro propósito de equipo, porque esta es el área de nuestra propia experiencia, y no juzgáramos y aconsejáramos o les dijéramos a otros cómo deberían actuar o qué deberían estar haciendo, podemos estar mucho más en alineación también. Quedarnos en el espacio del propósito de nuestro equipo, y no asumir que sabemos mucho sobre el propósito de otro equipo, y mejor respetar y tener consideración por su propósito con un gracias y con gratitud, es la manera de desplazarnos. Si siempre nos estamos sintiendo menos que, no valorados o al margen, es usualmente porque estamos tratando de ser expertos o saber todo sobre una pasión o propósito que no está en nosotros. Nos estamos sintonizando perfectamente, ¿Recuerdas? ¿Quién desea saberlo todo? ¡De cualquier forma es muy pesado también! En los reinos más elevados las cosas están tan purificadas y depuradas, que todas y cada una de las almas tienen una vibración y un propósito muy específicos. Esta pureza es todo lo que ha quedado, ¡Porque no podrían existir muchas más piezas ahí! De esta forma, las afinidades y concordancias son muy diferentes en aquéllos que son de naturaleza mucho más purificada y de vibración más elevada. En los reinos superiores, atraemos a otro entonces, en áreas de servicio y creatividad, porque no existen muchos más elementos. Esto es hacia donde somos guiados a través de nuestro proceso evolutivo espiritual. En nuestra realidad actual aquí en la Tierra, cuando somos capaces de vernos a nosotros mismos en otro, entendemos. Entonces somos capaces de sentir compasión y unidad. Pero más significativamente, cuando concordamos en similitud, permitimos una abertura para que la Fuente ingrese y el flujo circule. Si podemos intentar descubrir lo que tenemos en común con todas aquellas personas que encontramos, porque esta es la razón de haberlos encontrado en primera instancia, a través del orden universal de las energías atrayentes, podemos estar, más que nunca, en alineación con la Fuente. Y más ciertamente, todos somos lo mismo. Todos somos uno. ¡Permanecer en alineación con otros es realmente lo mismo que permanecer en alineación con nosotros mismos!

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