martes, 1 de mayo de 2007

A unos ojos

Esos cristales de fondo marino
qué alguna vez sentí tan míos.
Hoy se evaden en el vacío distante,
vuelven a ser cómo antes
un enigma indescifrable
después de alcanzar
la brillantez del lucero.
Cuando me confesaron su amor
sin pronunciar palabra
hoy se quedan sin la luz
que hizo destellos en mi alma
no sabré que pasó
que fuerza los apagó
o ¿talvez tan solo fue
el hechizo de una ilusión?

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