Hay libertad toda alrededor de ustedes. Sopla como una brisa fresca, limpiando la casa en la que su mente mora, haciendo ondular las cortinas a medida que se mueve. Y una parte de ustedes anhela seguirla, volar hacia afuera de la ventana para alcanzar esa brisa de libertad y dejar las preocupaciones y las cargas de su vida detrás.
Y esto pueden hacer. Pueden salir de ese polvoriento ático, lleno de reliquias de su niñez, periódicos apilados hasta las techos, viejos juguetes descartados en el piso, en los rincones apiladas las piedras, que ustedes portan en su espalda adulta.
Dejen esto y vayan a este amoroso balcón donde el aire de libertad sopla fresco a través del terreno, abajo desde las colinas y hacia fuera, al mar.
Respiren en la belleza de la vida en este justo momento, ahora. Respiren en la maravilla de la posibilidad nueva y fresca. Huelan el aire que proviene del suelo fértil, rico con promesas. Huelan el aire salado que sopla desde al mar, fresco y aventurero. Inhalen el aire perfumado que proviene del jardín, lleno de la maravilla de cada rosa perfecta.
Todo esto está allí para ustedes. Todo esto se abre para ustedes. Todo esto es de ustedes para que lo abracen, simplemente saliendo de este ático, hacia aquí, afuera, en el exterior, en el aire fresco de la existencia.
Permanezcamos de pié, aquí juntos, gozando la vista y respirando en la libertad del ser. Abracemos este día desde el rosado amanecer hasta la puesta del sol dorada y anaranjada, cada momento único y lleno de belleza.
Este día es suyo para hacerlo propio, para abrazarlo para habitarlo plenamente.
Ámenlo. Ámense a sí mismos. Amen su vida. Tomen una profunda respiración y abran sus brazos por completo, invitando a la fuerza plena de vida para que ingrese en ustedes y sea uno con ustedes ahora.
Agradezcan por la sangre que fluye a través de sus venas y la respiración que llena sus pulmones. Qué privilegio el estar vivos!
Y esto pueden hacer. Pueden salir de ese polvoriento ático, lleno de reliquias de su niñez, periódicos apilados hasta las techos, viejos juguetes descartados en el piso, en los rincones apiladas las piedras, que ustedes portan en su espalda adulta.
Dejen esto y vayan a este amoroso balcón donde el aire de libertad sopla fresco a través del terreno, abajo desde las colinas y hacia fuera, al mar.
Respiren en la belleza de la vida en este justo momento, ahora. Respiren en la maravilla de la posibilidad nueva y fresca. Huelan el aire que proviene del suelo fértil, rico con promesas. Huelan el aire salado que sopla desde al mar, fresco y aventurero. Inhalen el aire perfumado que proviene del jardín, lleno de la maravilla de cada rosa perfecta.
Todo esto está allí para ustedes. Todo esto se abre para ustedes. Todo esto es de ustedes para que lo abracen, simplemente saliendo de este ático, hacia aquí, afuera, en el exterior, en el aire fresco de la existencia.
Permanezcamos de pié, aquí juntos, gozando la vista y respirando en la libertad del ser. Abracemos este día desde el rosado amanecer hasta la puesta del sol dorada y anaranjada, cada momento único y lleno de belleza.
Este día es suyo para hacerlo propio, para abrazarlo para habitarlo plenamente.
Ámenlo. Ámense a sí mismos. Amen su vida. Tomen una profunda respiración y abran sus brazos por completo, invitando a la fuerza plena de vida para que ingrese en ustedes y sea uno con ustedes ahora.
Agradezcan por la sangre que fluye a través de sus venas y la respiración que llena sus pulmones. Qué privilegio el estar vivos!
(Quado)
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