martes, 11 de septiembre de 2007

Tomen mi mano



No están solos. Ustedes se esfuerzan por alcanzar la luz, y es visto, es sabido. Ustedes intentan tan trabajosamente en encender su propia antorcha y sostenerla en lo alto para otros, y es visto y es sabido.

Cada uno de sus pasos es notado y diagramado. Y sus esfuerzos son aplaudidos por los ángeles y escritos en sus canciones. Cada latido de su corazón es una parte de todo lo que mueve el mundo, todo lo que se mueve aún las estrellas, es visto, es sentido en todo el universo.

No se traten tan duramente. Ustedes ya son perfectos. Ustedes ya son lo que exactamente necesitan ser en este momento en su vida, en este lugar de su sendero. Y si ustedes se lo permiten, naturalmente evolucionarán hacia el próximo lugar y darán el próximo paso con gracia y belleza con los ángeles a su lado.

Ellos están de pie listos ahora, flanqueándolos a cada lado, listos para guiar sus pasos con su luz dorada, listos para susurrar su sabiduría en sus oídos y tocar su corazón con su amor. Ustedes están rodeados por la gracia en todo momento, pero esto requiere que ustedes se permitan momentos para permanecer muy calmos, para remontarse hacia la quietud y permitir que la gracia respire a su alrededor llenando el espacio y permitiéndoles escuchar los susurros de amor y bondad que los rodea a ustedes siempre.

Aún cuando ustedes puedan creer que están cayendo, ustedes todavía se están moviendo firmemente en su curso de intención y propósito. Aún cuando pueden sentirse perdidos, no obstante sus pies se están moviendo y ustedes se están dirigiendo hacia el próximo momento de iluminación, de comprensión. No es necesario que ustedes vean el destino. Es solamente necesario para ustedes estar deseosos de continuar caminando.

Aprendan la fe, la fe para dar un paso en la oscuridad o en la niebla, sabiendo que los ángeles están a su lado, guiándolos. Recorran el bosque profundo o a través de los grandes expansiones de arena, caminen a través de las rocas o hasta arriba en la montaña. A dondequiera conduzca su sendero, vayan con levedad y amor en su corazón, sabiendo que esta es su vida, su aventura y cada escalón los conduce a donde necesitan ir, para que ustedes tengan las experiencias que su yo alma está buscando.

No necesitan comprender estas experiencias. Solamente necesitan aceptarlas y vivirlas profundamente. Contemplen su vida a cada paso, pero no obstante continúen caminando. Abracen su vida con entusiasmo y vitalidad, permitiendo que el brillo del sol y la luz esbelta de la luna ingresen a sus tiempos y a sus propias maneras, con su tierno balance de oscuridad y luz.

Aquí, tomen mi mano. Permítanme guiarlos en este escalón. Sientan el temor y la duda desmoronándose a medida que ponen su mano en la mía. Permítanme conducirlos a medida que dan un paso a través de estas piedras en la corriente. Permítanme guiarlos ahora hacia esta afable pradera, donde el rocío besa el pasto verde debajo de sus pies desnudos. Escuchen a los pájaros mientras ellos llenan los árboles con la canción. Observen como los narcisos danzan en la brisa acariciante. Alcancen y tomen esta pera dorada lista para caerse en su mano. Den un mordisco a la dulce fruta, aún caliente por el sol. Permitan que el jugo corra hacia abajo de su mentón y conozcan el significado de la alegría y la abundancia.

Este el el jardín del amor, amor inacabable. La alegría y la paz residen aquí. Y vive en su corazón, siempre aquí, siempre en paz, un lugar que pueden visitar en cualquier momento que quieran.

Sólo tomen una profunda respiración y me verán, parado ante ustedes, mi mano extendida, lista para conducirlos a través de la corriente.

Estoy siempre listo. Vengan, vengan conmigo ahora.

(Quado)

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