miércoles, 19 de septiembre de 2007

El regalo de un ángel




Hoy recibirán un regalo de un ángel. Un precioso regalo que pueden utilizar cada día por el resto de su vida.

Tomen una profunda inhalación, y luego liberen el aliento y permítanse llevar por la corriente hasta que están relajados por completo.

Vean ahora que hay dos ángeles revoloteando en el aire ante ustedes. Ellos son brillantes y hermosos, sus trajes blancos ondulan gentilmente por la brisa creada por sus alas que se mueven lentamente.

El ángel de la izquierda se adelanta. Ella sostiene una red de seda dorada y les pide que pongan en él todas sus cargas del pasado. Y así que ahora, hagan esto. Denle a ella las pesadas cargas de pena que están acarreando en su espalda, todas las cosas que desean haber hecho en forma diferente. Denle a ella las desilusiones y frustraciones cuando ustedes no recibieron lo que necesitaban y deseaban. Entréguenlo todo y siéntanse más livianos.

Y ahora, toquen su corazón y remuevan las pesadas piedras de la falta de perdón, cada pizca de culpa y enojo que se aposenta allí, profundamente en su corazón. Remuevan estas piedras y pónganlas dentro de su red de seda. Perciban a su corazón más liviano.

Ahora el ángel a la derecha se adelanta. Ella también sostiene una red de seda dorada y les pide que pongan en ella todos sus temores al futuro. Tomen cada preocupación y cada ansiedad y dénsela a ella. Remuevan cada duda acerca de sus habilidades para manejar lo que puede venir y pónganlas en su red. Tomen su temor del futuro imaginado y entréguenlo.

Y ahora los dos ángeles vuelan a los cielos con sus redes de seda doradas llenas de sus pesadas cargas, dudas y temores. Ellas las sostienen y las llevan hacia la luz donde ellas son instantáneamente transmutadas en amor.

Y una gentil lluvia comienza a caer sobre ustedes, una lluvia de amor puro y purificador. Sus cargas han sido aceptadas por la luz y completamente resueltas en su interior. Y ahora ustedes son profundamente bendecidos con amor.

Fluye y fluye, tranquilizador y purificador. Ustedes son colmados de amor y paz mientras los ángeles cantan.

Y ahora ustedes se sienten purificados por completo, absolutamente de una pieza.

Un tercer ángel aparece frente a ustedes, más brillante y más grande que los otros dos, sus alas están hechas de luz resplandeciente. Ella está sosteniendo una hermosa y antigua caja de palisandro. Incrustada con oro y plata, grabada con símbolos que de alguna manera les parecen familiares.

Ella abre la caja y ustedes ven una gran luz en su interior, una luz que su mente instantáneamente anhela. Ella sumerge una vara en la caja y saca la luz sobre la punta de su vara. Lentamente, ella entonces levanta la vara hacia su frente.

Hace una pausa, mira dentro de sus ojos y les pide permiso para darles este gran regalo. Ustedes asienten con su cabeza. Sí, si, ustedes aceptarán este regalo.

Y así, ella toca la vara de su frente.

En el momento en que la luz toca su frente, su mente se llena con un silencio apacible. Es total y delicioso, satisface, un silencio diferente a cualquier otra que ustedes hayan experimentado alguna vez, un silencio denso con paz y amor. Un silencio tan profundo y amplio, tan brillante y pleno, que todo pensamiento retrocede.

Y la luz dentro de su mente está creciendo más y más brillante, a medida que comienzan a ver que ese silencio concibe silencio y que aún una gota de silencio proveniente de la vara del ángel puede causar un silencio más y más brillante para envolver su mente, llenándola de tal forma que las viejas maneras de ser y pensar no tienen morada dentro de su mente pura y chispeante.

Y a medida que ella cierra la caja, el silencio destellante permanece en su mente, placentero y sereno.

Y ahora ella les entrega estos regalos a ustedes, la caja del silencio resplandeciente y la vara para sacarla y colocártela en tu mente. Son tuyas para que las guardes. Estas son tuyas para siempre. Y a medida que abras la caja, observas que ha sido recargada con luz brillante y ustedes saben en su corazón que esto será así para siempre.

Si la luz del silencio en su mente comienza a oscurecerse, si las viejas sombras comienzan a llenarlo, ustedes pueden simplemente abrir su caja de palisandro, incrustada con los símbolos del silencio, sumergirlos en la vara, llevarlos a sus frente e instantáneamente su mente se llenará con paz, silencio resplandeciente y su corazón tendrá el espacio y el tiempo que necesita par enviar amor sanador a través de todo su cuerpo.

Ah, qué gran regalo les ha dado este ángel, el regalo del silencio, un tesoro más allá de toda imaginación y el poder para brindártelo cuando así lo decidan.

(Quado)

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